sábado, 11 de octubre de 2014

Atardecer...

Ver la luz de este atardecer es como recordar uno a uno tus besos. Es evocar en las yemas de mis dedos una por una las caricias que fui dejando en tus manos y en tu rostro. Las llevo escritas a fuego porque así es como se marcan las cosas que se hacen con el alma.
El cielo me trae las luces de tu sonrisa, el eco suave de tus palabras, la tranquilidad que me transmites con tu presencia. 
El agua mansa me recuerda la ternura de tus manos, el calor de tus brazos y la suavidad de tus caricias.
Ójala no se quede todo en un recuerdo y pueda volver a ser pronto, muy pronto...


Calahonda, costa de Granada. Foto E. Moreno.

martes, 2 de septiembre de 2014

Barruntos

2.09.14
Hace tanto que no vomito aquí mis pensamientos que hasta me ha dado pudor abrir este rincón y comenzar a expulsar lo que siento.

A ver cómo lo explico, que no es que no pueda, sino que son tantas y tantas las ideas y sentimientos que manan de mi alma que no sé siquiera por dónde empezar. Bueno, sí lo sé, por las cosas que nunca te diré y que es muy probable que ni leas en esta esquina oscura donde me escondo para poder soltar aquello que no soy capaz de decirte a la cara. Qué valiente yo...

Es obvio que me encantas, te lo he dicho cientos y cientos de veces, aunque no de la manera que aquel día te dije que iba a respetarte por encima de todo. Pero me quema por dentro lo que pienso, que no es lo que quiero, por otro lado. Todo esto me causa una madeja de barruntos en mi cabeza que, como ves, no soy capaz ni de expresar.

No quiero dejar un texto poético como en otras ocasiones. De lo que trato con estas letras es de desenmarañar toda esa bola que no hace más que dar vueltas y vueltas en mi cabeza. En ocasiones, me parece que estoy montada en una montaña rusa que va a gran velocidad y me pone del derecho y del revés, subiendo y bajando pendientes como si estuviera en una contrarreloj. En otras, me sumo en la negatividad más absoluta sin pensar siquiera en lo real, aunque, afortunadamente, éstas son las menos.

Sé lo que quiero, ser feliz a tu lado de cualquiera de las formas, siendo amigos, estando más o menos cerca (la distancia, la puñetera distancia), echándote un cable siempre que lo necesites (porque la mano no sólo se tiende en momentos de necesidad física, sino también moral y anímicamente). Ya formas parte de esa alegría que copa mis días y también mis noches y sabes del beneficio que estás infundiéndome porque para eso me he encargado de decírtelo. Me aterra pensar más allá de todo esto, me da pavor, porque siento que si lo pienso voy a perderte. Y eso sí que es lo que no quiero, que también lo tengo claro.

Pero no te voy a negar que has removido aguas en mi corazón que desde hace tiempo permanecían en calma. 

Ahora viene lo que pienso, que no es ni más ni menos que no hacer absolutamente nada, dejarme llevar por ti y por el tiempo. Soy consciente de las barreras, las físicas y las personales, las tuyas y las mías. Por eso, creo que debo respetarte. Porque mi libertad termina donde empieza la tuya y sabes que jamás me perdonaría traspasar esa indispensable barrera.

No quiero extenderme más, no sé cómo explicarme mejor... 

La única certeza que tengo es que así, como ahora, ya, te quiero mucho.


viernes, 8 de agosto de 2014

Pensándote

*Nota: Entrada recuperada 8 de agosto de 2014, escrita aproximadamente en febrero de 2009.

Ahora que duermes, me acerco a tu oído y te hablo en silencio. Sé que tú escuchas mi silencio, todos los días, todas las horas de todos los días. Lo mismo que yo escucho tu silencio. Mientras, a cada rato, anhelo escuchar tu voz, oirte preguntarme qué tal y sentir tu risa cuando te cuento mis nimiedades... No lo puedo evitar, me paso el día, los días, pensando en ti...pensándo-te...

Entrega

*Nota: Entrada recuperada 8 de agosto de 2014, escrita aproximadamente en febrero de 2009.

Caer... Levantar la cabeza y verte. La piedra impidiendo levantarme, el agua al cuello intentando mantenerme en la superficie... Sentirte cerca, muy cerca y escapar de todo. Esa es la salvación que quiero, la que me das cada día, a la que me entrego...

Anhelo

*Nota: Entrada recuperada 8 de agosto de 2014, escrita aproximadamente en enero de 2009.

El día que pueda disfrutar de esto o de algo similar contigo no me lo voy a creer... Tengo un deseo enorme de vivir esos días a tu lado. Y compartir contigo lo que más nos gusta...


Foto M. Leal