No voy a romper el pacto...

Intuyo dentro de mí que tus flores se están marchitando. Ojala tuviera un contacto de voz para decirte que estoy contigo a pesar de los inconvenientes. Tener un hombro, una mano de apoyo, un sustento... Creo que por eso me propusiste el pacto. Necesitas de esa dosis de vida y no lo voy a romper. No sabes lo que daría por que cambiaras esta lectura por sonidos. Mucho ánimo, amigo mío...

Chocolate...

Y bajó a la cafetería con los ojos hinchados y el alma encogida para pedir un chocolate, entrar en calor e inducir el sueño.

- Un chocolate- pidió con voz trémula.
Mientras lo removía, iba ahogando uno a uno los tic tac de su reloj de aquella noche y el sinsabor que deja el insomnio.

Ella se levantó, se sirvió un café y dejó en el primer sorbo lo intangible deseando algun día convertirlo en realidad.

La elegancia del erizo

- No me han reconocido- comento.
Me detengo en mitad de la acera, del todo sobrecogida.
- No me han reconocido- repito.
Él se detiene a su vez; mi mano no se ha movido de su brazo.
- Es porque no la han visto nunca- me dice-. Yo la reconocería en cualquier circunstancia.

Ancla de fuerza

Ya tengo ancla, un nuevo asidero, una nueva oportunidad. No me lo trajo quien yo pensaba sino quien tenía que ser. Gracias J. M., ;)