domingo, 15 de marzo de 2015

Lo siento...

Un mes y no he sabido recoger aún mis vestiduras del suelo, no he sido capaz de vestirme con la alegría que siempre has conocido. Me siento desnuda ante ti, extraña y desnuda, como quien ha perdido todo y busca desesperadamente un refugio, algo con que tapar sus vergüenzas. Sólo es eso, nada y todo. Nada que alivie mi desnudez. Todo como un peso enorme que me azota. Y no, no soy capaz de sonreir. Lo intento desesperadamente, pero no me sale. Ni siquiera soy capaz de decírtelo sin tener que escribirlo aquí. Lo siento, siento que te he fallado, pero tambien siento que he hecho el ridículo más grande de mi vida. Ahora no hay arreglo, solo dejar pasar el tiempo.
Lo siento...
Lo siento...

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