Agradecida de tenerte, aunque no estés aquí. Porque estás siempre ahí para mí, eres siempre presencia constante en mis horas y soportas mis minutos sin pedir nada a cambio. Eres constante y por eso he de darte hoy las gracias, por tener siempre la palabra precisa y perfecta para calmar la impaciencia que agota mis días...
viernes, 15 de mayo de 2009
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