domingo, 27 de diciembre de 2009

Yo también...

Asomé mi cuerpo a la ventana y allí estabas tú. En cada gota de lluvia, dándome los besos que me mandabas. Me dejé empapar y calé hasta mis huesos con tu espíritu y tu calidez para llenarme de ti y sentirte presente. Entonces el viento susurró algo en mi oído, muy leve, muy suave, sin percibirse apenas. Era tu voz, tu grito en el silencio, estaba segura, sin dudarlo...


jueves, 24 de diciembre de 2009

La Soledad en relieve

Apareciste un minuto, lo justo para hacer que se abriera la herida y asomara ese agüilla que supuran las cicatrices. Apareciste para poner en evidencia mis flaquezas, para dejarme claro que es la soledad lo más grande que tengo y lo que siempre me acompaña. El lastre que arrastro cada día, la carga que llevo a cuestas a pesar de intentar deshacerme de ella a cada instante. Regresaste para poner en evidencia mi soledad. Malvenido seas...

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Te escuché...

Me pareció que te escuché poco. Es verdad que nunca tengo bastante, pues quisiera estar a tu lado a cada instante. Me hubiera gustado escucharte más, saberte al otro lado -al lado- y sentir tu presencia rozando mi piel y tu voz sonando en mi oído. Si supieras que te escribo a ti... Que esas fuerzas que me mandas las dosifico a diario para dejarte un hueco en mis pensamientos y así tenerte presente...