domingo, 31 de enero de 2010

Déjate llevar...

A menudo me hablas de las olas y tu playa, de cómo ellas te llevan y te traen del mar adentro. A veces, me cuentas, te revuelcan una y otra vez, intentando arrastrar tus mareas internas. Y tú te dejas llevar por ellas... Déjate arrastrar, pues, por mi marea, fluye con mi corriente. Prometo dejarme llevar a tu compás, embriagarme de tu brisa marinera y enredarme en tus olas...



jueves, 21 de enero de 2010

Un muerto encierras

Como tantas madrugadas encerrados en un coche,
en una calle sin luz, una calle sin nombre,
los dos frente a frente se miran despacio,
tras dedicarse al amor y su trabajo.
Secan su sudor, secan su sudor,
tal como han aprendido, no han olvidado.

Él piensa "ya nada es lo de antes,
la vida debe estar en otra parte",
donde no la divisa porque ella le ciega
con cárceles de oro, con amor sin tregua.
Ya nunca volverán, ya nunca volverán,
ya nunca volverán a hacer nada por vez primera.

Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas,
huiremos lejos de aquí, a otro planeta.
Llévame donde no estés,
un muerto encierras.

Él le regala unas manos llenas de mentiras,
ya no le parece tan bello el cuerpo que acaricia.
Ayer eclipse de sol eran sus pupilas,
hoy son lagunas negras donde el mal se hacina.
Qué pena me da, qué pena me da,
qué pena me da, todo se termina.

Ella ya no ama sus vicios, le busca en los ojos,
pasa un ángel volando y se encuentra con otro.
Ayer sus dos brazos eran fuertes ramas
donde guarecerse, hoy son cuerdas que atan.
Qué pena me da, qué pena me da,
qué pena me da, todo se acaba.

Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas,
huiremos lejos de aquí, a otro planeta.
Llévame donde no estés,
un muerto encierras.

Él decide por fin vomitar las ideas,
ella lo sabe y tranquilamente lo espera.
Sin calma planea su fuga este preso,
ella no lo mira, no aguanta su aliento.
Ya llegó el final, y van a encontrar
en su corazón arena de desierto.

Perdida la calma, se pone muy serio,
cunde el pánico y le invade un horrible miedo.
Su boca cobarde pronuncia: "Te quiero.
No te vayas nunca, no te vayas lejos".
Y ella echa a temblar, ella echa a temblar,
ella echa a temblar: "Yo también te quiero".

Ataremos bandadas de gorriones a nuestras muñecas,
huiremos lejos de aquí, a otro planeta.
Llévame donde no estés,
un muerto encierras.

Ismael Serrano

miércoles, 20 de enero de 2010

Vértigo...

Y vuelvo al punto de partida, a echarte de menos incluso cuando estás, a querer noches oscuras y ojos cerrados para que estés y a sentir corriente de frío a mi lado constantemente. Ni siquiera una huida sería bastante, volverás, pero yo ahora, te echo de menos. Busco en mi vértigo y sólo me encuentro al filo del salto... al vacío.


viernes, 15 de enero de 2010

Volver...


Si pudiera dar marcha atrás, volvería a ese atardecer que vivimos a orillas del mar. Lástima que el tiempo no se pueda rebobinar como una película. Menos mal, porque en este momento mi corazón tampoco soportaría ni una sola toma falsa más.

lunes, 4 de enero de 2010

Lo que daría...

Ni te imaginas lo que daría por una sonrisa tuya...